En verano, muchos cogen su maleta y se trasladan a su segunda vivienda para disfrutar del sol, la playa, la montaña y el tiempo libre. Pero veranear no es sólo ir de vacaciones es cambiar durante unos meses tu residencia y necesitas algo más que una malera con ropa.
Tu casa de vacaciones debe estar acondicionada para que no te falte de nada durante los meses que vives allí, pero llevarte toda tu casa a cuestas para los meses de verano es un engorro y necesitas un plan.
Para que tu mudanza este verano sea más fácil te damos algunos consejos para planificarla. ¿Hay algo mejor que disfrutar del verano en casa?
Ves a una papelería y compra una agenda, aproximadamente un mes antes de la mudanza. Tacha de ella todos los días en los que tienes compromisos y rellena el resto con pequeñas tareas que necesitas llevar a cabo para tu mudanza: sacar la ropa de verano, planchar, elegir bikini, preparar la bolsa de aseo, comprar sartenes porque las tuyas están muy desgastadas… el número de tareas dependerá de cada hogar, pero sean las que sean las tuyas, necesitas organizarlas para evitar dejarlo todo para última hora y agobiarte.
¿Qué te quieres llevar? Seguro que el chaquetón de plumas te lo dejas en casa y la figurita del buda que te trajo tu mejor amiga de su viaje de novios a Tailandia también. Llévate sólo lo que vas a usar y no cojas trastos innecesarios. Al fin y al cabo en verano quieres descansar y no necesitas mucho más que ropa de baño, toallas y algún libro. No te excedas llevándote cosas.
Para que tu mudanza sea más fácil, lo mejor es que tu casa de verano cuente ya con lo imprescindible. Un sofá, una cama, una vajilla sencilla y alguna olla. No es necesario que te lo lleves todo de tu residencia habitual, tenlo todo a mano en tu casa de veraneo para ahorrarte mucho trabajo en el traslado.
Eso sí, antes de mudarte, acércate por tu casa de verano, abre las ventanas, airéala y aséala quitando el polvo, repasando los baños y la cocina y fregando el suelo. Es normal que una casa que se mantiene la mayor parte del año deshabitada acumule polvo y huela a cerrado, por más que tus hijos te quiten las llaves del cajón algún fin de semana que otro para ir con los amigos.
Cajas, sobre todo, vas a necesitar cajas. Una vez hayas hecho la lista de tus pertenencias, podrás hacerte una idea de cuantas necesitas. Cómpralas, pídelas en el supermercado de tu barrio o consíguelas como puedas pero te van a hacer falta. Así como papel de burbujas por si tienes algún objeto delicado, bolsas y cinta de embalar. Esos son los imprescindibles. Eso sí, asegúrate de que las cajas que escogen son resistentes y no se romperán en el trayecto del portal al maletero del coche.
Utiliza permanentes de colores, post-its, pegatinas, lo que quieras pero identifica de forma visual cada caja según su contenido. Te recomendamos hacerlo por habitaciones, así cuando llegues a tu casa de verano podrás situarlo todo de forma rápida y ya, poco a poco, lo irás colocando en su sitio, sin que se extravíe nada.
Después de trasladar cajas y cajas de pertenencias, cuando llegues a tu casa de verano, lo único que te apetecerá es descansar. Mañana será otro día y tendrás que organizarlo todo pero estás de vacaciones. Por eso, te recomendamos que prepares una bolsa que puedas deshacer con facilidad en la que incluyas, sábanas limpias para las camas, toallas, productos de aseo, algo para medio llenar la nevera y un bañador para pegarte un chapuzón en la playa o la piscina.
Tener una casa de verano es poder vivirlo a tope, desde la comodidad de tu hogar y disfrutar de cada minuto en familia. ¿Todavía no tienes dónde veranear? Contacta con JBM y en nuestras inmobiliarias en Castellón encontraremos la casa perfecta para ti.