Llega el verano y con él el traslado a nuestra casa de vacaciones. La ropa de verano, los bikinis y las sandalias deben ocupar su nuevo lugar, pero también los muebles deben desempolvarse, las camas vestirse con sus sábanas más fresquitas y las comodidades de nuestro hogar adaptarse al nuevo entorno.
Cuando nos planteamos comprar una casa de vacaciones debemos tener una cosa clara: la decoración de una casa de vacaciones debe adaptarse al uso que vamos a hacer de ella, pero también aprovechar las ventajas del entorno y hacernos la vida un poquito más fácil durante nuestras vacaciones. Y eso, no significa en ningún caso convertirla en el trastero de los muebles y la decoración que se ha quedado desfasado en nuestro hogar habitual. Una casa de vacaciones debe tener su propia decoración, pero ¿Cuál?
Para que cada lugar tenga su propio estilo, te damos 5 consejos de decoración para tu casa de vacaciones que te harán la vida un poquito más fácil.
La comodidad y funcionalidad de una casa de vacaciones es esencial. Seguro que no quieres pasarte tu tiempo libre limpiando el polvo, recogiendo trastos y obsesionado con el orden. Por eso, no es necesario llenarlo todo de muebles, cuantos menos mejor.
La decoración y el mobiliario de una casa de vacaciones debe ser sencillo para facilitar las cosas a los que viven en ella y librarlos de preocupaciones y trabajo innecesario.
No sobrecargues el ambiente. Busca los muebles que te harán la vida más fácil en vacaciones y olvídate de artificios. Además, cada vez la afirmación ‘Menos es más’ está más de moda en decoración.
Una de las principales características del verano y el buen tiempo es el aumento de las horas de luz y los días soleados, por lo que aprovechar este hecho es una oportunidad que sería una pena desperdiciar.
Apuesta por el blanco como color predominante en tu casa de vacaciones para un mejor aprovechamiento de la luz natural y se fiel a los ventanales. ¿Qué sería de una casa de vacaciones sin luz?
Por supuesto, cada persona quiere darle una personalidad a su hogar y las vacaciones inspiran color y alegría. Por eso para conseguir transmitir estas sensaciones hay que recurrir a los textiles. Cojines coloridos, plaids estampados, manteles de flores…
Cualquier color vivo, en contraste con el blanco dará una sensación de vitalidad y buen rollo; y eso es lo que buscamos en vacaciones, ¿no?
Además, estos complementos textiles podemos cambiarlos cada año dependiendo de los colores de moda y las tendencias en decoración ya que no suponen una gran inversión.
Si hay un espacio de la casa de vacaciones que cobra especial protagonismo esa es la terraza o el balcón. Comidas, cenas, meriendas y desayunos en familia al fresquito es la razón de ser de unas vacaciones y tu terraza debe estar en consonancia.
Utiliza el espacio de la terraza para que sea una prolongación del resto de la casa. Crea continuidad con los colores y el suelo y decídete por materiales naturales que te hagan mimetizarte con el entorno.
Verano y terraza son inseparables, aunque también puedes adaptar tu terraza para el frío y así hacerte una escapadita cuando te apetezca.
Cuando compras una casa de verano quieres que tenga buena vistas, ya sea al mar o a la montaña. No reserves el privilegio de tener frente a ti un paisaje único sólo cuando estás junto a la ventana.
Distribuye tu mobiliario para que las vistas sean las protagonistas de tu casa de vacaciones y durante los meses que vivas allí seguro que eres un poquito más feliz.
Si todavía no tienes tu casa de vacaciones, en JBM te ayudamos a encontrarla y te asesoramos sobre las posibilidades de cada inmueble para que se convierta en tu refugio veraniego de tus sueños. Consúltanos y empieza a veranear a tu aire.