Vivir en Alcossebre es disfrutar todo el año de playas y calas de arena virgen, pero también es ser testigo de las huellas que los diferentes pueblos que han habitado la ciudad han dejado en cada uno de sus rincones. Las playas de Alcossebre son realmente dignas de visitar, pero hoy nos vamos a centrar en el pueblo en sí.
Alcossebre es tranquilo, acogedor y hogareño; sus gentes son hospitalarias y encantadoras y su clima agradable durante todo el año. Ser habitante de Alcossebre es disfrutar de todo esto y además aprender a apreciar las historias que se esconden tras sus muros.
Históricamente, los primeros asentamientos de Alcossebre se remontan a la época de los Íberos pero su situación estratégica, entre el mar Mediterráneo y las montañas de la Sierra de Irta, fueron la causa de la gran variedad de culturas que vivieron en sus tierras y convirtieron la zona en toda una reliquia.
En toda su extensión podemos encontrar construcciones tanto de carácter religioso como militar o civil. Descubrir cada rincón de Alcossebre es conocer su amplia riqueza histórica y el contraste cultural que dejaron sus habitantes pero si debemos elegir, te recomendamos éstas #5 paradas imprescindibles que te dejarán con ganas de más.
La Iglesia de San Juan Bautista es un edificio barroco clasicista valenciano cuya construcción se remonta a 1736.
Para los amantes de la arquitectura, se trata de un edificio de planta de cruz latina, con cuatro tramos en la nave central y sus colaterales, que se completan con capillas laterales entre los contrafuertes, una bóveda de cañón y dos bóvedas laterales.
La fachada es de estilo barroco, en concreto de tipo retablo, y su principal característica son las imágenes del Arcángel San Miguel.
Como atractivo adicional, en su interior se encuentra el Museo Parroquial inaugurado en 1938 que expone las pocas piezas artísticas que se salvaron del robo en el año 1936.
El Castillo de Xivert destaca por conservar dos partes diferenciadas, la árabe y la cristiana.
La parte árabe corresponde al recinto amurallado externo cuya construcción data de los siglos X-XI y muestra las peculiaridades de la arquitectura tradicional de los moriscos.
Más arriba, en la cima del castillo se encuentra la fortaleza templaria de origen cristiano que cuenta con diversas torres, dos de ellas circulares, y un muro de protección.
Moros y cristianos convivieron en el castillo hasta 1609, cuando se decretó la expulsión de los moriscos.
La Casa de la Cultura es un edificio renacentista construido a finales del siglo XV y que durante dos siglos fue casa capitular.
Actualmente alberga el salón de plenos del Ayuntamiento, la escuela de música y la biblioteca pública.
Los frecuentes ataques piratas a Alcossebre hicieron necesaria una estrategia de defensa que se basó en la construcción de diversas torres de vigía.
La Torre Cap i Corb es una de las más importantes. Fue construida en 1427 y su estructura está formada por una planta cuadricular y una altura de 13 metros.
Actualmente es de propiedad particular y se conversa muy poco de su estructura original pero todavía se puede observar el poderío de Alcossebre en la época.
La Torre de Ebrí es otra de las torres de vigía que se extienden a lo largo de la costa de Alcossebre. En concreto formaba parte del sistema de alerta del Castillo de Xivert y fue construida en el siglo XVI.
Su base es circular con 5,5 m de diámetro y su altura se eleva hasta los 8.5 metros. En su interior todavía se conservan restos de estancias a las que se accedía a través de una escalera de mano.
Vivir en Alcossebre es convivir cada día con estas reliquias y poder disfrutar de una ciudad con una gran huella en el pasado. Alcossebre cuenta con una gran oferta de apartamentos y casas para vivir todo el año. Consulta la oferta inmobiliaria en Alcossebre, contacta con nuestro equipo de profesionales y empieza a vivir en la casa de tus sueños.