Cuando nos instalamos en un nuevo hogar y queremos redecorarlo uno de los aspectos más importante, y que en muchas ocasiones dejamos olvidado, es la iluminación.
La luz es la decisión que mayor poder de transformación tiene en cada espacio de un hogar, por lo que, escoger la iluminación adecuada para hacer un buen uso de esa luz es imprescindible para que el resultado decorativo final sea acertado.
Asimismo, para que el resultado lumínico de un hogar sea perfecto, la instalación debe ser invisible, es decir, los cables y regletas deben quedar ocultos, por lo que este aspecto debe planificarse antes de cualquier otra decisión decorativa.
En este sentido, es crucial tener claro cuál es el objetivo de una buena iluminación en el hogar; y éste es crear ambientes equilibrados y atractivos con los distintos tipos de luminarias que tenemos a nuestro alcance. ¿Cómo? Pues en este Post te damos algunos TIPS para lograrlo a través de los 4 tipos de luz más importantes. Si estás redecorando tu nuevo hogar o pensando en ello, toma nota porque este Post es para ti.
La iluminación general es la base de todo proyecto lumínico, la que se mantiene fija haciendo visible el entorno sin llegar a dominar el espacio.
Existen infinidad de trucos para que la iluminación general cumpla las necesidades del hogar, generalmente relacionadas con la distribución de los espacios, la altura de los techos y la disposición de los muebles.
En primer lugar, es importante tener en cuenta la altura de los espacios. Por ejemplo, si una habitación es muy alta, es conveniente que la iluminación provenga de una altura media y en el caso de situarse en el techo, estar dirigida a un lateral para que rebote y no se pierda en el espacio.
Asimismo, la disposición de las ventanas y los puntos de luz natural en el hogar son también esenciales a la hora de escoger la posición de la iluminación general ya que debe estudiarse la manera de evitar reflejos y cruces de luz que provoquen incomodidad.
La iluminación ambiental, por su parte, es la encargada de proporcionar una atmosfera agradable para los momentos de intimidad en el hogar. Por ejemplo, en espacios de lectura, de charla o de relax.
Las luces más adecuadas para la iluminación ambiental son las luces de sobremesa o las lámparas de pie.
Normalmente esta luz debe ser cálida y proporcionar una reproducción cromática elevada. Un buen recurso para lograrlo son las bombillas halógenas.
La iluminación puntual es la más funcional, la que se sitúa para que los miembros del hogar puedan realizar sus funciones diarias de manera cómoda.
La luminaria más adecuada para este tipo de iluminación son las luces directas en las zonas en las que se van a desarrollar tareas específicas como por ejemplo, las encimeras de la cocina, los espejos del baño, las mesitas del dormitorio, las zonas de estudio o la mesa del comedor.
La iluminación decorativa tiene una finalidad puramente visual y ornamental cuyo objetivo es resaltar objetos o muebles que nos pareen especiales, como un cuadro, una antigüedad o una foto de familia, por ejemplo.
Para este tipo de iluminación, las luces más adecuadas son los difusores ya que no entorpecen al resto de puntos de luz pero aportan una diferenciación decorativa al espacio.
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