Las reformas de cocina se han disparado tras el confinamiento. Después de todos los meses que hemos pasado sin salir de casa, somos más conscientes que nunca de las carencias de nuestra cocina y muchos se han propuesto ponerle solución reformando este espacio donde hemos vivido tantos momentos estos últimos meses.
No obstante, a la hora de planificar una reforma son muchos los detalles que hay que tener en cuenta. Por lo general, tenemos claro qué es lo que queremos cambiar y cómo queremos que sea el resultado, pero en el camino normalmente surgen imprevistos que retrasan los plazos, nos obligan a aplicar cambios en la idea original o incluso a rediseñar por completo el proyecto que teníamos en mente.
Por ello, expertos de la Asociación de Mobiliario de Cocina han recopilado los seis errores más frecuentes que se comenten al realizar reformas para poder tenerlos en cuenta y evitarlos cuando planeemos una remodelación en nuestro hogar.
Para realizar una reforma es imprescindible contactar con un profesional que tenga los conocimientos adecuados para realizar un proyecto personalizado y adaptado a las necesidades individuales. El profesional nos asesorará en base al presupuesto que tenemos, nos hará perder menos tiempo y optimizaremos costes, ya que se minimizan las equivocaciones.
Exactamente lo mismo que sucede en la compraventa de un inmueble, ya que debemos apoyarnos en un experto como JBM Servicios Inmobiliarios para asegurarnos un final con éxito.
Es fundamental confiar en él y asegurarnos de que entiende a la perfección qué es lo que queremos. Podremos comunicarle nuestras necesidades y nos hará preguntas enfocadas a conseguir la cocina más práctica y funcional, a la par que estética, que podamos tener. Esas preguntas estarán relacionadas con nuestros hábitos de vida y consumo, entre las que se incluyen cuestiones como los movimientos que realizamos en nuestras tareas en la cocina, para alcanzar la distribución y el espacio de almacenaje que necesitamos y conseguir una cocina cómoda y adaptada a nosotros. También se incluyen temas como qué tipo de residuos generamos y cómo queremos gestionar su tratamiento; qué perfil de cocinero somos, es decir, si cocinamos lo justo en casa o necesitamos las máximas prestaciones de electrodomésticos casi profesionales adaptados al ámbito doméstico; si tenemos que poner muebles a diferentes alturas para mantener una buena ergonomía y así evitar dolores de espalda o musculares, etc.
Uno de los errores más comunes es no tener en cuenta la importancia de los conductos a la hora de configurar la cocina. La eficacia de la aspiración y reducción del ruido del aparato extractor depende principalmente del trayecto y longitud de salida al exterior.
Para una extracción eficiente, el sistema de conductos debe ser lo más corto y recto posible, a través de paredes lisas y con la menor cantidad de curvas posible. Expertos de AMC aseguran que “lo ideal es que el conducto sea lo más ancho posible que nos permita la ley, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones del fabricante de la campana”.
A la hora de diseñar el proyecto de reforma, normalmente se tiene en cuenta la comodidad y la estética, sin contar con las necesidades técnicas de cada electrodoméstico. Tendemos a configurar la cocina basándonos en las medidas del mobiliario y electrodomésticos, pero no solemos percatarnos de la importancia de las fichas técnicas. No conocer las características de los nuevos electrodomésticos que se van a instalar es un gravísimo problema, ya que muchos de ellos necesitan rejillas de ventilación, huecos de encastre, alturas mínimas de zócalos, ancho de muebles mínimos, instalaciones de agua o eléctricas y diámetros de salidas de humos.
Además, hoy en día, los electrodomésticos presentan sistemas innovadores que pueden conducir a error, por ejemplo, muchos no añaden tomas de agua para hornos y frigoríficos, tomas de agua caliente también para lavavajillas, tomas eléctricas para trituradores, calientaplatos, envasador al vacío…Se trata de detalles esenciales que hay que definir antes de comenzar la obra.
Es frecuente que cuando la persona que lleva a cabo la reforma no es profesional, olvide tomar ciertas medidas y se le escapen ciertos detalles relacionados con la estructura arquitectónica de la habitación. Lo más habitual es no tener en cuenta elementos como alturas de ventanas, falsos techos, rodapiés, profundidades de tabique, etc. Son fundamentales para después hacer un buen diseño de la cocina.
Derribar los tabiques que separan la cocina de otras estancias de la casa es una de las reformas más recurrentes para ampliar cocinas pequeñas, dar sensación de amplitud y ganar espacio. Sin embargo, se trata de una de las remodelaciones que más complicaciones conlleva. Esto se debe a que muchos no planean una zona de aguas en otra estancia de la casa y esto es necesario para esta obra, sobre todo si se pretende mover los electrodomésticos.
Otro error relacionado con las cocinas abiertas es no prevenir espacios por si se quieren poner puertas escamoteables, de cara a que en algún momento se quiera aislar la cocina del salón, por temas de independencia, ruidos, trabajo, etc.
A la hora de realizar una reforma hay dos perfiles imprescindibles, el profesional de cocinas y el reformista. Pueden ser una misma persona, pero en caso de no ser así y contar con dos profesionales diferentes, ambos deben estar en contacto continuamente.
Sin embargo, lo más habitual es que primero se haga la reforma y luego el diseño de la cocina, lo que conlleva muchos problemas para realizar el diseño más apropiado ya que, o no se pueden realizar cambios, o, si se puede, son muy costosos en tiempo y forma.
Es imprescindible que estén bien engranados los elementos estructurales de la reforma con el diseño final. Si los elementos estructurales se plantean al inicio de la redacción del proyecto, conseguiremos la cocina que necesitamos.
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