Incertidumbres en tiempo de inflación. Recomendaciones para vender o comprar una vivienda

Actualmente, nos encontramos ante una época de incertidumbre en el mercado inmobiliario. El Banco Central Europeo ha realizado una subida del tipo de interés de hasta un 1,25 %. En el sector inmobiliario, esto ha supuesto un efecto directo y por consiguiente, una afectación en la concesión de préstamos hipotecarios. A todo ello, se suma el incremento del 0,4% en el precio de la vivienda nueva y usada entre los meses de agosto y septiembre, estableciéndose de ese modo un 8,4% de subida interanual.

Ante esta situación, puede parecer arriesgada la venta o compra de una vivienda. Sin embargo, la “Proptech” Evernest ha diseñado una guía con una serie de recomendaciones para comprar y vender un piso ante esta incertidumbre económica.

Vender una vivienda

El mercado inmobiliario disfruta una gran fortaleza. A pesar de estos tiempos de infracción, es un buen momento para vender. No se esperan grandes subidas en las grandes ciudades donde el mercado es más dinámico, aunque si es posible que en zonas con menor demanda pueden haber ciertos ajustes de precios. Se recomienda la venta del inmueble con el precio real de mercado. Asimismo, se aconseja un piso reformado pues revaloriza su valor de mercado entre un 25% a un 31%. Todo ello va a implicar una mayor facilidad para su adquisición y un menor coste de inversión post venta para el comprador.

Comprar una vivienda

Los precios de los inmuebles van a seguir al alza a pesar de una desaceleración además a todo ellos se suma la subida de los tipos de interés y de la inflación. No obstante, esta subida de precios en el mercado inmobiliario se viene produciendo desde hace dos años y actualmente estos tiempos de incertidumbre son el mayor enemigo en este sector.

Por tanto, muchos se preguntan si es un buen tiempo de invertir en la compra de una vivienda. Todo ello dependerá del inversor en cuanto a su propio interés tanto a corto como medio plazo pero sobre todo el inversor busca la rentabilidad a largo plazo teniendo en cuenta diversos factores como puede ser la inversión inicial, impuestos asociados tanto a la compra (IVA, IAJD, ITP) y venta (Plusvalía municipal, IRPF), el IBI, así como los costes de mantenimiento (gastos de comunidad, etc.)

Elegir una hipoteca con un tipo de interés variable o fijo, siempre va a depender del comprador. Primeramente, se deberá valorar la realidad del mercado y decidir que nos interesa más puesto que afectará a largo plazo. Por un lado, un interés variable tiene más posibilidad que tenga una evolución al alza en determinados momentos, aunque también se puede mantener bajo a largo plazo. Por otro lado, un interés fijo no varía a lo largo del tiempo e implica un interés más alto que el variable. Este último tipo de interés resultará apropiado para compradores más conservadores.

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