Cómo eliminar los pasillos y ganar espacio en casa
En JBM Servicios Inmobiliarios, creemos que una casa sin pasillos es como una bicicleta sin ruedas: no vemos cómo llegar a la estancia de destino. Tradicionalmente, el pasillo ha sido un punto clave en la distribución de las habitaciones, pero también uno de los elementos más desaprovechados. Por ello, una buena idea puede ser olvidarse de ellos para ganar espacio en otras estancias donde sí pasamos tiempo cuando estamos en casa.
Prescindir de las largas galerías suma metros cuadrados hábiles a los hogares, ganando una sensación de amplitud y permitiendo una mayor entrada de luz al resto de la casa. Al fin y al cabo, los pasillos suponen muros que dificultan la distribución de luz natural en el hogar. Esta eliminación de paredes también permite amplificar las zonas comunes para una vida más familiar y social. Por otro lado, la supresión de un pasillo implica redistribuir la vivienda, ayudando a encontrar la disposición más adecuada.
Pero cuidado, es importante asegurarse que al quitar el pasillo no se eliminan muros de carga o elementos estructurales. Consulta siempre a un profesional o a tu asesor en la tienda de materiales para evitar problemas.
Aprovecharemos el espacio que ganamos al quitarlos. Pero si estamos planteando eliminar los pasillos, primero debemos detectar si necesitamos el espacio que ganaremos y para qué. Pregúntate cómo empleas tu vivienda y qué te gustaría conseguir al distribuirla. También es importante cuestionarse si requerimos más espacio de almacenaje, si usamos la ducha en vez de la bañera o si preferimos una cocina aislada o a la vista. Estas preguntas nos ayudan a definir nuestras necesidades para ganar espacio en el hogar diciendo adiós a los pasillos.
Ponte manos a la obra con la organización. Si decidimos ganar metros eliminando las galerías que conectan las estancias, es momento de reorganizar la casa. Diferencia entre zona de día y zona de noche, y si es posible, divide la vivienda en entrada, salón/comedor, cocina y aseo; y otra en habitaciones y baño. Así, dispondrás de una parte más social y pública para recibir visitas y hacer actividades en común, y otra más privada e íntima. Cada uno es libre de reorganizar la casa a su gusto.
La cuestión de los suelos. Al no haber ya habitaciones tan diferenciadas y conectadas por pasillos, una opción es dejar el mismo suelo en toda la vivienda o en casi toda. Esto favorecerá un espacio más unificado y menos seccionado, fortaleciendo la sensación de amplitud. Diferencia los suelos según necesidades. Por ejemplo, para espacios húmedos se requieren suelos con antideslizamiento de al menos clase dos, impermeables y lavables frente al resto de espacios donde no son necesarios.
En definitiva, olvidándonos de los pasillos podemos ganar metros cuadrados, luminosidad y sensación de amplitud, mientras lo único que perdemos es espacio para colgar los cuadros.
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